24 junio, 2014

Hace 25 años #25DiaVallecas, un 26 de mayo comenzábamos una aventura en Coordinadora: poner en marcha el Día Infantil y Juvenil de Vallecas.

Queríamos sacar a la calle todo el trabajo que se realiza en los centros de tiempo libre durante el curso escolar. De hecho el lema era “A tapar la calle”. Se eligió una calle amplia del barrio de Vallecas, la calle Payaso Fofó, y aquel sábado los grupos de niños, niñas y jóvenes tomaron la calle para ponerle su nota de color e ilusión.

Hace unos días acabamos de volver a celebrar juntos esta fiesta. Y lo hacíamos recordando el trabajo de estos 25 años. Fue un día para disfrutar las casi 7000 personas de los más de 40 talleres y del buen hacer de los 300 educadores y educadoras.

Pero, más allá de la fiesta, de los talleres,… me surgen varias reflexiones que me gustaría compartir:

  •  El Día Infantil y Juvenil de Vallecas es la única fiesta de este estilo organizada desde una entidad social, no está promovida por las administraciones públicas, surge de la voluntad de una entidad como Coordinadora que quiere dinamizar el barrio.
  • La fiesta sale adelante gracias al trabajo de más de 300 personas voluntarias, muchas de ellas desde las 7 de la mañana que mueven mobiliario, decoran la calle y ponen la mejor de sus ilusiones para que el día deje un grato recuerdo en todas las personas que participan. Ellas y ellos son el corazón de la jornada. Sin el trabajo de las personas voluntarias sería imposible poner en marcha toda la actividad.
  • Coordinadora es la organizadora, pero junto a nuestra entidad otras muchas ponen también todo su saber y esfuerzo. El Día Infantil y Juvenil de Vallecas es un ejemplo de colaboración entre entidades sociales e instituciones públicas. Es un claro ejemplo de como aunando esfuerzos llegamos a cotas más altas.
  • Pero sobre todo, lo mejor de todo, es el apoyo incondicional de las gentes que acuden y comparten con nosotros el sábado. Miles de personas que año tras año recuerdan que allá cuando empieza junio tenemos una cita en la calle Payaso Fofó. Recuerdo una trabajadora del Samur que este año traía a la memoria cuando ella venía de pequeña con sus padres y la ilusión que ahora le hacía participar activamente en la actividad.