28 enero, 2014
Ilustración en www.quoteko.com

Santo Tomás de Aquino cumpliría hoy 789 años (Italia, 28 de enero de 1225 – 7 de marzo de 1274) y es por ello que lo celebramos como patrón del mundo educativo, de alumnos y profesores. Vamos pues a proponer una fiesta de cumpleaños en su honor acerca de la manera de estudiar que aconsejaba el filósofo y que, de forma sorprendente, puede ayudarnos en nuestros objetivos actuales.

La manera de estudiar, cómo lograr el éxito académico, series infinitas de consejos, técnicas de estudio con fluorescentes variados, apuntes amarillentos, esquemas, resúmenes, la más vanguardista de las aplicaciones, cursos gratuitos… creo que hemos escuchado, sufrido o recibido “instrucciones” mil sobre cómo estudiar… y obtenido mejores o peores resultados.

Si vamos a la esencia de nuestra vida, a nuestro comportamiento cotidiano, a nuestros hábitos, quizás allí esté la técnica de estudio más fácil para alcanzar nuestras metas. Hoy deseamos formar buenos profesionales, ciudadanos de la aldea global, personas con un sentido crítico suficiente para analizar lo que nos rodea… quizás, como ya decía en el siglo XIII Santo Tomás, eso pasa simplemente por cómo somos como personas. Obviamente, la educación del siglo XIII al siglo XXI ha cambiado, pero quizás no su finalidad, su universalidad, su necesidad y su búsqueda del progreso del ser humano. De hecho “sapere” en latín significa “saber” y “saborear”. Y así es: cuanto más sabemos, más saboreamos la vida. Este disfrute no es algo intelectual y al alcance de unos cuantos privilegiados, no. Si sabes cocinar, los que se sienten a tu mesa se deleitarán. Si sabes contar, no habrá quien te “sise” unos euros. Si sabes dibujar, los tuyos disfrutarán de tus pinturas. Si sabes ser detallista, recordarás los cumpleaños deseados. Educación para el día a día, saber para disfrutar la vida.

Quizás la mayor diferencia radica en el conocimiento compartimentado, en la especialización extrema de la educación del siglo XXI y la visión de un hombre de la Edad Media. Aunque “la ciencia y la tecnología unidas permiten saltar etapas en el desarrollo humano” como recuerda Pedro Alonso (investigador de la vacuna contra la malaria), los objetivos educativos de los siglos XIII y XXI son comunes.

Santo Tomás propuso en una carta a su compañero Fray Juan, De Modo Studendi, un modelo de estudio que pasa por un modo de vida exigente. Escojamos uno o varios de sus consejos, apliquémonos a ellos y, seguro que, su idea medieval más la tecnología actual nos facilitarán avanzar de forma mucho más rápida, eficiente y productiva en el saber. Veamos.

“Como me preguntaste, mi queridísimo Juan, de qué modo conviene que estudies y adquieras la ciencia, es así que te doy mi consejo:

1. No quieras entrar inmediatamente al mar, sino por los ríos; porque conviene llegar a las cosas más difíciles por las más fáciles. Este es mi consejo y mi instrucción.

2. Quiero que seas tardío para hablar e incorpórate tarde a los coloquios.

3. Depura tu conciencia.

4. No dejes nunca la oración.

5. Ama permanecer en tu celda, si quieres ser introducido en la bodega del vino de la sabiduría.

6. Muéstrate amable con todos.

7. No quieras averiguar nada de hechos ajenos.

8. No te muestres demasiado familiar con nadie, pues el exceso de familiaridad es causa de menosprecio y provoca ocasiones de atraso en el estudio.

9. Nunca te metas en palabras y hechos mundanos.

10. Huye, sobre todo, de las conductas inútiles.

11. No dejes de imitar el ejemplo de los santos y los hombres de bien.

12. No mires quien lo dice, pero lo que diga de bueno, archívalo en tu memoria.

13. Trata de comprender aquello que lees y escuchas.

14. Cerciórate de tus dudas y trata de grabar en el cofre de tu mente todo lo que puedas, como quien desea llenar un vaso.

15. No busques aquello que te sobrepase.

16. Si sigues estas huellas llegarás y producirás frutos útiles en la viña del Señor, durante todo el tiempo de tu vida. Si te atienes a todo esto, podrás alcanzar lo que deseas”.