6 abril, 2015

Ya lo decía Quevedo, poderoso caballero es don dinero

Es indudable que una de las tareas a las que debe hacer frente el sistema educativo es a la educación en el uso del dinero. No vamos a profundizar más en las bondades de enseñar el valor del dinero a edades tempranas, no sólo porque les pone en el camino de irse construyendo como personas responsables, sino además, porque conocer el valor justo del dinero les ayudará a comprender y valorar otras muchas cosas. Ahora bien, es importante poner atención en la forma de trabajar los contenidos: lo que buscamos o lo que propongo que busquemos es una reflexión crítica sobre la economía sostenible y humanizadora.

Los contenidos, en estas etapas de infantil pueden ir encaminados a:

  • trabajar en los valores éticos que inspiran el buen uso del dinero
  • considerar el dinero como una herramienta, no la única, que nos permite comprar cosas para sí mismo y para los demás
  • ganar dinero de manera adecuada, fomentando las actitudes y aptitudes encaminadas al uso sostenible y humanizador
  • ahorrar y mirar por el buen uso del dinero, desde un uso inteligente y responsable
  • comprender el valor de compartir

Es cierto que el contexto que vivimos donde tenemos multitud de ejemplos y actitudes que muestran que todo vale para ganar y enriquecerse, no es el mejor para promover este tipo de actividades, ni para educar en el valor del esfuerzo y la honestidad…

El objetivo de estos contenidos “financieros” es desarrollar habilidades que, enmarcadas en una economía sostenible y humanizadora, ayuden a la vida práctica de los niños y niñas, les posibiliten la confianza en la capacidad de la toma de decisiones sobre acciones positivas en sus vidas. Es un trabajo, como afirma UNICEF, en el empoderamiento al dotarles de habilidades para que puedan ejercer conductas adecuadas a su edad y tomar decisiones que impacten en sus vidas.

Por supuesto que en esta etapa no hay que hablar de hipotecas, tarjetas, cheques… basta con intentar hacerles comprender el valor del dinero, no como un fin, sino como medio que nos permite compartir, relacionarnos…

Para estas edades dos pueden ser las líneas de trabajo: Proyectos y Narraciones. A través de la metodología de Proyectos podemos trabajar contenidos como por ejemplo ir a una tienda, aprender lo que valen las cosas, el uso del dinero… A través de las Narraciones -cuentos, fábulas, historias…- se trabaja la transmisión de valores, actitudes, creencias y los contenidos que queremos enseñar.