7 julio, 2014

“La Educación no sólo es llenar una cubeta, es encender un fuego”
WILLIAM BUTLER YEATS

Llega el verano y con él esa posibilidad de parar, mirar atrás hacia el curso que hemos finalizado, y mirar hacia adelante, preparándonos para los retos del próximo curso. Es un tiempo de reflexiones, de planteamientos y sobre todo de ordenar la cabeza. Me permito traer a este foro una pequeña guía que reflexiona sobre una de las cuestiones básicas: ¿qué hacer para que la “tarea” del alumno no sea sólo estudiar sino APRENDER?, ¿cómo trabajar el pensamiento crítico?, ¿cómo trabajar para que la escuela no esté desconectada del mundo exterior? ¿cómo trabajar competencias básicas que nos pongan en los caminos del voluntariado?

 

La tarea es ardua porque como dice Ignacio Andrío  “Nuestra misión, en contra de lo que quizá nos enseñaron, no consiste en dar respuestas correctas, sino en saber formular preguntas que estimulen la creatividad de los alumnos de modo que generen respuestas diferentes a las ya dadas.”. La idea no es sólo conocer sino pensar a partir de lo que conocemos y ahí nos pueden ayudar a nuestro pensamiento estas técnicas sencillas que podemos usar en el aula: 

  1. Hacer preguntas durante las clases, para estimular la curiosidad: “¿Qué pasaría si…”?, “¿Cómo es posible que…?”, “¿Qué harías tú en ese caso…?”, “¿Qué sabéis acerca de…?, y diseñar preguntas guía, que ayuden a reflexionar y clarificar los conceptos más importantes.
  2. Utilizar gráficos y oraciones sencillas que introduzcan o enfoquen el tema planteado.
  3. Exponer distintos puntos de vista acerca de un mismo tema. Por ejemplo un conflicto bélico contado desde la visión de cada uno de los bandos implicados.
  4. Activar la participación de todos los alumnos utilizando alguna técnica de “participación al azar”. Por ejemplo, escribir tarjetas con los nombres e ir eligiendo de una en una para contestar, preguntar o comentar durante la clase.
  5. Fomentar que los alumnos se conozcan entre ellos, que trabajen juntos y que utilicen la escucha activa, pidiendo que resuman con sus palabras lo dicho por otro compañero.
  6. Hablar menos para hacer que los alumnos piensen más, mediante paros en la clase para que trabajen y reflexionen sobre los temas que se han tratado.
  7. Utilizar el método socrático para hacer preguntas y organizar debates entre los alumnos sobre temas que generan controversia.
  8. Fomentar el trabajo colaborativo, a través de trabajos en pequeños grupos, donde a parte de completar la tarea solicitada tengan que previamente describir los objetivos, exponer qué estrategias utilizaron y cómo resolvieron sus problemas.
  9. Promover la “revisión por pares” de trabajos escritos, de manera que puedan recibir retroalimentación no sólo del profesor, sino de los compañeros,y así aprovechar los beneficios de la escritura y lectura activas.
  10. Utilizar la técnica de la clase invertida, donde los trabajos de lectura, documentación y búsqueda de información se realizan en casa, utilizando el espacio del aula para investigar, profundizar, practicar, resolver dudas y debatir sobre el tema tratado.