16 julio, 2015

Hoy voy a hablaros de una actividad que hace tiempo realiza una compañera de mi centro y que encuentro muy interesante. Se trata de lo que ella llama un proyecto participativo, que lleva a cabo con alumnos de 4º de la ESO en la asignatura de ético-cívica.

El planteamiento inicial que hace al grupo clase es el de que como personas formamos parte de una colectividad, somos seres gregarios que vivimos en sociedad. Todos formamos parte de una familia, de unos compañeros de trabajo o de estudio… y somos ciudadanos con unos derechos y unos deberes.

Al inicio del curso les plantea la siguiente pregunta: ¿una sola persona, es capaz de cambiar el mundo?

De entrada, en general, la respuesta es no. Por ello se buscan ejemplos de personas conocidas que con su actividad, han sido capaces de realizar algún cambio significativo. Algunos de estos ejemplos son Rosa Parks, una activista que luchó por la equiparación de los derechos civiles entre blancos y negros en los Estados Unidos promoviendo la desobediencia civil; Pau Casals, gran defensor de los valores pacíficos y democráticos; Ghandi, quién mediante la no violencia consiguió la independencia de la Índia; Mandela, con su lucha contra el apartheid… es en este contexto en el que explica el trabajo del proyecto participativo.

De esta forma, consigue que los alumnos se den cuenta, de que en diferentes ámbitos de nuestra vida (social, ocio, integración de discapacitados, defensa del medio ambient…) existen organizaciones que buscan la manera de mejorar el mundo a distintas escalas. No hace falta ser rico ni mayor de edad: todos podemos participar.

Los alumnos se organizan en equipos de trabajo de tres o cuatro personas. A lo largo del primer trimestre buscan un ámbito afín en el mundo del voluntariado y eligen en qué actividad quieren participar. Elaboran una presentación donde explican la organización o actividad que han elegido al grupo clase.

A lo largo del segundo trimestre hacen de voluntarios. Algunos de los proyectos en los que han participado son en la organización del traiwalker, escuelas de primaria (ayudando en la organización de fiestas, actividades de lectura…), hogares de ancianos, residencias, centros de discapacitados…

A final de curso realizan una presentación explicando su experiencia al resto de compañeros. Puede ser un vídeo, una presentación fotográfica, un mural… dándole especial importancia a la valoración personal.

A mí me parece una actividad muy interesante. Creo que es fundamental que los alumnos experimenten de forma vivencial los conocimientos y valores que les transmitimos, ya no solo como docentes sino como sociedad.

Me ha parecido una buena idea compartirlo por si alguien más se anima a probarlo, ahora que viene el verano, y somos muchos los profesores que dedicamos un tiempo a plantear actividades nuevas para el próximo curso.

Lo mejor del proyecto, no es tan solo la experiencia que vivirán los alumnos, sino que acaben con la conclusión de que sí, que todos somos capaces de cambiar el mundo.

¡Gracias Gloria por compartir tu genial idea!